CORRIGE TU MENTE
No sufres por lo que sucede en tu vida, sino por las historias, el relato carente, repetitivo, escaso y limitado que te cuentas a tí mismo una y otra vez, de lo que crees que sucedió.
Las emociones que surgen de la forma en que percibimos el mundo, son las que elevan nuestros niveles de estrés. Llegando, en algunos casos, a los límites de nuestra tolerancia y ahí radica el comienzo de lo que más tarde llamarás enfermedad.
Cambiar la percepción de la realidad, por una menos dura con nosotros mismos y con los demás, menos juiciosa, más amorosa, redunda en nuestra salud y bienestar. Corregir esta mente, que equivocadamente juzga constantemente, te traerá paz interior y salud. Abandona el juicio que sólo te llevará a situaciones de ataque o huida permanentes, o bien a patrones repetitivos de respuesta defensiva y dolorosa.
¿Cómo dejar de enjuiciar?. Cuando te des cuenta que estas emitiendo un pensamiento de juicio hacia una persona o situación detente. Respira hondo y perdónate a tí mismo, eres tú quien cargará con las emociones de ese juicio, nadie más. Perdónate y sigue adelante.
Es más fácil de lo que crees, solo requiere entrenamiento y todo entrenamiento comienza con una práctica.
