Nada existe si no tiene sentido que lo haga. Esto es una máxima de la creación.

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Para que se inventara la bombilla eléctrica incandescente  primero tuvo que existir un sentido, un "para qué".  El Sentido del Proyecto fue  crear luz a partir de la electricidad, aunque seguro no fue la única motivación de Thomas Alva Edison.

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Son las razones por las cuales lo creado fue primero pensado para luego pasar a su fase material. Lo mismo pasa con todos nosotros.Tiene que tener sentido que nosotros estemos aquí, de lo contrario no estaríamos.

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Nuestros padres llegan al momento de nuestra concepción expresando una determinada forma de sus genes. Es decir, algunos genes prendidos y otros apagados, como la guia de las lucecitas de navidad.  Es desde ese"estado del ser" que nos pasan su expresión genética. Si nos conciben en otro momento quizás sea otra la forma en que están encendidas las lucecitas. 

 

Desde alli y durante todo el proceso de gestación es que vamos siendo "configurados" o "programados" de cierta manera. Una cierta manera que quizás nos hace propensos a vivir con mucho estrés los temas territoriales, o bien con programas de "nunca dejar a mamá" ya que ella nos tuvo para tener un hijo que la cuidara en la vejez. Toda la información que nos da una razón de ser es también la que nos limita en algunos aspectos, por ejemplo, si quisiera vivir lejos de mi madre siguiendo el ejemplo anterior.

 

No todos los programas son malos o limitantes, eso debe quedar claro, ya que en la "valija de herramientas para la vida" que nos pasan nuestros ancestros hay muchas soluciones que han sido probadas que funcionan también y les vamos a echar mano cuando las necesitemos.

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Todo esto ocurre en nuestro cerebro inconsciente, por lo que si realmente queremos romper patrones de repetición en nuestras vidas, en que no encontramos lo que deseamos para ser felices, deberemos emprender el maravilloso viaje  de conocer a nuestros ancestros.